No se quejó en lo más mínimo de la mala reputación de que goza en todas las partes del mundo; me aseguró que él, en persona, era el mayor interesado, en destruir la superstición, y llegó a confesarme que no había temido por su propio poder más que una vez sola, el día en que oyó decir desde el púlpito a un predicador más listo que sus cofrades: "Queridos hermanos, no olvidéis nunca, cuando oigáis elogiar el progreso de las luces, que la más bonita astucia del diablo está en persuadiros de que no existe."-Charles Baudelaire
"El Spleen de París, Poema No. 29 - El Jugador Generoso
Señor Diablo:
Extraño... extraño es extrañar. Cuando sale de mi cabeza siento un vacío físico al interior de mi cráneo; se traduce en una insoportable neuralgia que no me deja descansar. Cuando usted se ausenta intencionalmente, refugiándose en el más oculto de los recovecos de mi mente; ese vacío se traslada a mi pecho. Se convierte en un dolor distinto, la enfermedad del extrañamiento, supongo.
Le imploro que vuelva pronto,
-71683.
1 comentario:
Me pregunto si este Señor Diablo que te habita no se habrá ido de farra con el Espíritu del Vino que visitaba a Allan Poe y que lo llevaba a sobrevolar la ciudad en globo. También cabe la posibilidad de que se les haya unido aquel geniecillo maligno que insistía en empañar las realidades concretas de Descartes y que al final lo combatió con su Discurso del Método.
Sea como sea, deberías sentirte afortunada de contar con un aliado que, aunque en apariencia maligno, te pueda revelar verdaderas inspiraciones artísticas.
Deberías estar atenta a sus indicaciones
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